No quiero a un millón de hombres, le quiero a él de un millón de maneras.
6 de marzo de 2013
Te apuesto un beso a que quieres dos.
¿La verdad? Sus besos son como una adicción. Pruebas uno y quieres más y más. No sabría decir porqué, pero es así, simplemente es de esas personas que te enganchan y que te hacen quererle en cuestión de días. Y cuando se va... Cuando de va te falta el aliento y todo se vuelve difícil, le echas de menos como jamás habías echado de menos a nadie. Pero por suerte, volvió para hacerme feliz otra vez, y no pienso perderle nunca. Es mi marca perfecta de heroína.
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