En las buenas, en las malas, las mejores y en las peores, pero siempre estuvimos el uno para el otro. Nada podía compararse a lo nuestro, ni siquiera se acercaba, lo nuestro era mágico. Y sigue siéndolo. No estamos cuerdos, nadie podría estar tan enamorarlo y pretender no volverse loco de amor, ¿no? "Estás loco, majareta. Pero te contaré un secreto, las mejores personas lo están."
Nos volvimos locos de tanto querernos.
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