No es el beso, es quien lo da. No es la sonrisa, es quien te la provoca. No es la historia, es quien la escribe. No es el resto, eres tú. Eres tú con quien quiero pasar cada día de mi vida, porque me das todo lo que necesito. Me cuidas cuando me encuentro mal y me alegras cada mal día. Estás siempre ahí por mi, sacándome una sonrisa o haciéndome cosquillas tirados en tu cama. Me encantas, de arriba a abajo, de izquierda a derecha, por dentro y por fuera. Te necesito porque te has convertido en mi felicidad y la persona con la que no puedo pasar ni un día sin echar de menos.
Personas que llegan de la nada y se convierten en tu todo.
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