20 de junio de 2013

Me cambiaste la vida.

Apareciste y desde entonces nada volvió a ser lo mismo. Viniste con promesas de amor, con besos, con caricias... Y claro, no pude resistirte. Eres la más grande de las tentaciones y jamás habrá nadie que se pueda comparar contigo para mi, porque las sensaciones que produces tú son diferentes a cualquier otra. Cuando pasas cerca es como si me faltara el aire y se parara el mundo. Ese es el instante en el que para mí sólo existimos tú y yo. Cuando me tocas deseo que nadie más lo vuelva a hacer.


Para mí, no hay nadie como tú.

4 de junio de 2013

Te prometí el cielo y nos quedamos en las nubes...

Quizás de intentar llegar tan alto, nos caímos. De tantos 'te quiero' al final solo queda decir 'adiós'. Quizás todo acabe y no haya un final feliz para nadie, pero me niego a ser una pesimista y me niego a decirte 'hasta nunca'. Y no quiero perderte jamás, porque aunque estemos locos, eso está bien, porque lo estamos el uno por el otro. Solo quiero que no te vayas nunca, que no me sueltes aunque creas que todo tiene final y que el amor no caduque, el nuestro no. Porque yo no te puedo prometer que sea para siempre, pero te prometo que estoy aquí y te quiero.


Por ti, por mi, por volverte a ver.

2 de junio de 2013

Dime cuánto me quieres a besos.

Medir lo que te quiero no se puede hacer en metros, ni en minutos, ni en gramos. ni en litros. No hay una cantidad que defina el punto exacto en el que dejas de querer a una persona, ni fórmulas que te permitan adivinarlo. No hay una báscula en la que te subas y apunte al número de personas por las que interceptarías una bala o por las que te pasarías las noches en vela esperando noticias suyas. No hay un límite de cariño que le puedes tener a alguien ni un medidor de felicidad que indique quién te la proporciona ni cuánta. Pero lo que sí hay es ese algo dentro de nosotros que se estremece cuando alguien nos importa de verdad. Ese instante en el que algo se acciona y sabes que por esa persona sí que darías lo que fuera, y créeme que la mía se acciona cada vez que te paseas por delante de mi, que te ríes o que te despiertas al otro lado de la almohada.


No me digas a dónde vamos, llévame.

1 de junio de 2013

En ruinas sin ti.

Hace un mes desde que te fuiste y ha sido demasiado duro, la verdad es que nunca pensé que llegaría este momento pero mira, la vida es muy puta. Me acuerdo de cuando era pequeña y me decías que siempre estarías ahí por mi, y que si no estabas pisando la tierra estarías mirándome desde el cielo. Pues si eso es cierto y me estás mirando dime cómo se supera, cómo se sigue cuando pierdes a quien te quiere... Porque estoy cansada de fingir ser fuerte, de sonreír todos los días cuando no tengo ganas ni de seguir adelante, de intentar olvidarte cuando lo único que quiero es que vuelvas. Sé que es imposible, pero es que desde aquí abajo te digo que estoy hecha trizas desde que te fuiste. Me falta el aire y 'despierto con resaca pero sin ti' es mi frase más común. A veces hablo de ti como si siguieras aquí, como si al subir a tu casa tú siguieras en el sofá... Y al instante me doy cuenta y vuelven a entrarme esas ganas de llorar y gritar.  Te juro que siempre serás importante, estés donde estés. Te quiero, te quiero y te quiero.  M22.
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